Lineamiento para la estandarización y optimización de las pruebas de citometría de flujo en la Institución
La citometría de flujo es una técnica basada en la identificación y clasificación depoblaciones celulares en muestras de diferente origen (sangre periférica, médula ósea,líquidos biológicos, biopsias) mediante la caracterización inmunofenotípica de estas célulasutilizando anticuerpos monoclonales conjugados con fluorocromos y protocolosestandarizados (1). Actualmente se utiliza a nivel mundial para ayudar en el diagnóstico,clasificación y seguimiento de distintas patologías tales como leucemias agudas, neoplasiasde linfocitos maduros, neoplasias de células plasmáticas, hemoglobinuria paroxísticanocturna, esferocitosis hereditaria, entre otras. Esta técnica permite además realizar recuentosde poblaciones celulares como es el caso de las células CD34+ en trasplantes de célulasmadre hematopoyéticas (2-4), linfocitos T CD4+ y CD8+ en pacientes con virus deinmunodeficiencia humana (VIH) (5,6) y linfocitos B para seguimiento de pacientes entratamiento con Rituximab. Además, es clave para el estudio inicial de inmunodeficienciasprimarias mediante la cuantificación de subpoblaciones linfocitarias y pruebas funcionales(7,8).
En la Institución la citometría de flujo se implementó en el año 1995 en el Laboratorio deEstudios Especializados e Investigación del Hospital Nacional de Niños para apoyar eldiagnóstico de neoplasias hematológicas en la totalidad de la población atendida por laCCSS. Posteriormente el Hospital San Juan de Dios, incorporó la técnica para lacuantificación de linfocitos T CD4+ en pacientes VIH+.En las sesiones de trabajo realizadas para analiza la situación de la citometría de flujo en laInstitución, se evidenció la necesidad de estandarizar el abordaje de esta técnica en loslaboratorios de la CCSS, ya que el procesamiento de las muestras, la configuración ymantenimiento de los equipos, así como el análisis e interpretación de los datos obtenidospor citometría de flujo requiere de un alto grado de entrenamiento y los resultados emitidostienen serias implicaciones en la salud de los pacientes. Además, se identificaron una seriede oportunidades de mejora que es importante sean abordadas y subsanadas con la finalidadde que sea posible uniformar y mejorar la calidad del servicio ofrecido a los pacientes. Paratales efectos, se valoraron las necesidades de los niveles centrales de mayor complejidad endonde se requiere de esta tecnología para organizar los servicios en una red institucional quefavorezca la optimización de los recursos. Finalmente, se analizó la viabilidad de distintasalternativas para asegurar la estandarización del proceso.Desde el año 2018, se utilizan paneles de anticuerpos modificados y protocolos validados apartir de las recomendaciones del consorcio EuroFlow, uno de los principales referentes anivel mundial en citometría de flujo clínica (1). En mayo de 2021 se realizó una mejoratecnológica con la implementación de citometría de flujo de nueva generación lo que colocalos estudios realizados en nuestra institución al nivel de los principales centros de diagnósticoy tratamiento de enfermedades onco-hematológicas en el mundo. En vista de lo anterior, sedecidió adoptar como referencia la metodología validada por el consorcio EuroFlow.Por su lado, el laboratorio de histocompatibilidad se centra en el Hospital San Juan de Diosmediante un acuerdo de la Junta directiva de la CCSS que versa “...que la SerotecaInstitucional se mantenga y sea fortalecida en el Hospital San Juan de Dios”, según loacordado por la Junta Directiva en el Acuerdo Segundo, Artículo 10 de la Sesión N. 8775,del 7 de mayo de 2015. El espíritu original de este acuerdo es estandarizar y harmonizar losprocesos asociados a los análisis serológicos y moleculares, facilitar las actividades decoordinación entre los diferentes servicios, mejorar la accesibilidad de los pacientes a losservicios del laboratorio, centralizar el servicio de la seroteca y lograr la sostenibilidad delprograma a largo plazo.Las moléculas del HLA tienen una enorme capacidad de ser reconocidas por el sistemainmunológico, esas pequeñas diferencias que generan el polimorfismo se traducen en un granpotencial inmunogénico que genera el fenómeno que conocemos como aloreactividad. Laaloreactividad es una barrera importante en el contexto de los trasplantes de órgano solidoque genera reacciones de rechazo (9,10).Para minimizar estos riesgos se conocen dos aproximaciones que son complementarias: losestudios de compatibilidad y determinación del riesgo inmunológico, y la inmunosupresión.